Para un buen cuidado de los pies se deberían usar siempre medias de algodón, hilo o lana y evitar en la medida de lo posible las de nylon.
Tienen capacidad de retener la transpiración y por su capacidad de comprensión -sobre todo en personas mayores- estrangulan la circulación a la altura del tobillo o pantorrilla, con el consecuente sufrimiento para los pies.
Además evitar las costuras, para que no formen marcas en los dedos, desencadenando una ampolla.-
El zapato ideal no existe pero sí hay unos parámetros para un calzado adecuado tanto en un adulto como en un niño:
- Usar zapatos amplios y de piel flexible, dejando una distancia de aproximadamente 1cm entre el dedo más largo y el final del zapato. Tener una suela flexible a nivel del metatarso.
- El arco deberá ser rígido y con puntera redondeada.
- Evitar tacones altos y estrechos, se puede tolerar un tacón de no más de 4 ó 5 cm, dependiendo del tamaño del pie.
- El contrafuerte del talón debe ser confortable pero a la vez deberá impedir los desplazamientos laterales.
- Comprar zapatos a última hora de la tarde, cuando el pie alcanza el máximo volumen
En cuanto al calzado del niño, también debe reunir una serie de requisitos:
- No heredar el calzado de hermanos mayores.
- Debe tener una sujeción correcta y una puntera amplia para que tengan movimiento los dedos.
- El material ha de ser de cuero para facilitar la transpiración.
- Suelas de cuero flexible y tacón de goma para evitar resbalones.
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