jueves, 25 de octubre de 2012

Postura en la Computadora y Dolor de Espalda



¿Estás haciendo que el trabajo sea más arduo de lo que debería?


                                                                                                                                                                                               
                                                                                                                                                                                 
Postura en la computadora y Dolor de Espaldas











¿Tu postura frente a la computadora es la correcta?
Sufres de dolor en el cuello, una quemazón entre las paletas de tus hombros, dolor en la espalda baja, dolores de cabeza, problemas digestivos, dificultades para respirar, tensión ocular… y la lista sigue y sigue. Todos los anteriores podrían relacionarse a cómo te sientan frente a tu computadora por horas cada día, apenas moviéndote, con los ojos fijos en la pantalla y plazos límite por cumplir.
¿Has ajustado la posición de tu silla, la pantalla del ordenador y el mouse pero aun así sufres de las condiciones mencionadas arriba? Pues no eres el único, y con buena razón. Aunque puedes fácilmente volver a acomodar tu mobiliario, no es simple seguir las instrucciones enfocadas a los elementos humanos, esto es: tu cuerpo.
Pero seguir el consejo de sentarse correctamente, tal como sentarte erguido con los hombros hacia atrás, etc., no es tan fácil como suena. Esto se debe a que la mayoría de los adultos han desarrollado un mal concepto corporal. ¿Qué significa esto? Que hemos perdido el arte de la pose natural y del movimiento, debido a nuestro sedentario estilo de vida.
Les he enseñado a muchas personas sobre el movimiento y la postura por los últimos 12 años y, un asunto que generalmente surge, es el tema de sentarse frente al ordenador. Muchos cometen el error de intentar sentarse demasiado erguidos y de tensionar sus espaldas baja, causando más daño que bien. Tan pronto como las personas aprenden a no sentarse demasiado recto, notan que es mucho más fácil hacerlo!
Las señales tempranas que no deberían ser ignoradas
Cualquier incomodidad que experimentes en la computadora, es una señal de que estás haciendo algo mal. Quizás no te preocupes lo suficiente si los dolores y molestias asociados al trabajo desaparecen durante el fin de semana. Pero sentarse por prolongados períodos (y podríamos estar hablando de años) en una mala posición alterará gradualmente tu postura hasta que comiences a sufrir dolor todo el tiempo.
Algunas señales más serias que requieren de acción instantánea son la rigidez o el adormecimiento en tus dedos, manos, muñecas, codos u hombros. Esto podría llevar pronto a trastornos en los miembros superiores. También conocido como lesión por tensión repetitiva (LTR o RSI, por sus siglas en inglés). Esta es una condición difícil de tratar exitosamente y, en muchos casos, quien lo sufre debe cambiar su trabajo intentando no volver a usar computadoras – ¡y esa no es un cambio de carrera sencillo en este mundo tecnológico!
Si experimentas alguno de los síntomas mencionados arriba, visita a tu médico. Si las condiciones persisten por más tiempo será más difícil tratarlas.
Así es que la postura frente a la computadora puede tener una enorme influencia no sólo sobre cuán productivo eres en tu trabajo, sino en por qué sufres molestias o dolores, ¡e incluso en la forma de tu cuerpo! Probablemente no querrás verte viejo antes de tiempo, pero si prestas un poco de atención sobre cómo te sientas frente al ordenador podrías rápidamente detener ese ascenso normalmente asociado a la vejez.
Recuerda, no tienes que sentarte demasiado erguido en tu asiento, con tu mentón hacia dentro y tus hombros hacia atrás… esto sólo causará más problemas al largo plazo. Sólo permite a tu cuerpo que se posicione, deja que la silla y el piso sustenten tu peso, y recuerda tomar algunos recreos y descansos lejos de la computadora.
Por qué se presentan los dolores musculares
Un dolor muscular se puede presentar por diferentes causas, hay desde movimientos involuntarios hasta el ejercicio, la causa más común esta relacionada con cualquier esfuerzo físico. Cuando realizamos algún esfuerzo físico pero para el cual no estamos preparados, este nos puede producir algún dolor muscular.  Suele presentarse como una sensación de dolor fuerte al mover de nuevo el músculo, o como una sensación en agarrotamiento del mismo.
El esfuerzo físico genera en el cuerpo ácido láctico el cual se acumula en el músculo.  La alimentación también va relacionada con los dolores musculares, la falta de minerales y nutrientes puede causar la aparición de molestias musculares.  Al realizar una actividad física hay factores que pueden provocar estos dolores tales como la pérdida de minerales y agua y no reponerlos rápidamente. Además el calor excesivo a la hora de realizar una actividad también puede afectarnos.
El dolor muscular también se puede presentar como resultado de alguna enfermedad corporal o algún trastorno.  Hay algunas enfermedades que comúnmente causan dolor tenemos las siguientes: infecciones musculares, dolores articulares, lupus, inflamaciones en la piel, fibormialgia, artritis, bursitis, dolor de espalda entre otras molestias.


domingo, 7 de octubre de 2012

Importancia de estirar tu espalda



Importancia de estirar tu espalda
Por Gabrimar Lascurain | Vida Sana – 
Existe información que indica que más del 80% de la población mundial llegará a experimentar en algún momento de su vida, problemas y dolores de espalda. Esto se puede solucionar si nos ocupamos de ella a tiempo, para lo cual, es muy importante mantener la espalda lo suficientemente flexible.
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Esto lo puedes lograr mediante sencillos ejercicios de estiramiento que te permitan mantenerla en forma. También es muy importante que trates de cuidar tu postura, y cada vez que te des cuenta que te estás jorobando, corrijas inmediatamente.
Conforme pasa el tiempo, los músculos van perdiendo la capacidad de estirarse, y si además no te mueves, más; acuérdate que lo que no se usa se atrofia y esto puede ocasionarte innumerables inconvenientes físicos y psíquicos. Los músculos, de manera natural, van perdiendo su capacidad para amortiguar impactos y movimientos.
Aquí algunos ejercicios que puedes practicar:
1.- Colócate frente a una pared; levanta los brazos con la espalda recta; apoya las palmas de las manos en la pared, de forma que toda tu parte superior del cuerpo quede de forma horizontal y paralela al piso (formando un ángulo de 90 grados), como una mesa. En esta posición, debes mantener la espalda completamente recta y liberar la tensión a través de la cadera que empujarás hacia afuera para estirar al máximo la columna. Realiza lentamente 10 repeticiones.

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2.-  Colócate en cuatro puntos como si fueras un gato; los brazos deben estar estirados y la espalda recta; inhala profundo; comienza a exhalar lentamente, al tiempo que curveas la espalda hacia arriba; acompaña con la cabeza hasta que la barbilla toque el pecho; inhala nuevamente y regresa a la posición inicial. Realiza lentamente 10 repeticiones.

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3.-  Acuéstate en el suelo; coloca tus brazos al lado de tu cuerpo con las palmas hacia abajo; tus rodillas deben estar flexionadas con las plantas de los pies en contacto con el piso; flexiona la cabeza dirigiendo tu mirada hacia el ombligo, al tiempo que elevas las rodillas hacia el pecho; con tus brazos abraza las piernas haciendo presión contra el pecho; mantén la posición unos segundos y regresa a la posición inicial. Realiza lentamente 10 repeticiones.
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4.- Un muy buen ejercicio para estirar la espalda es colgarte, de forma que nuestro cuerpo quede suspendido en el aire, pendiendo; solo debes sostenerte con las manos. Esto logrará que tu columna se estire en su totalidad.


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Todos ejercicios pueden ayudar a mantener en forma tu espalda; debes realizarlos con movimientos lentos, sin forzar, de tal manera que sientas que el músculo está trabajando, que se estira, para que así obtengas los mejores resultados. Recuerda que lo importante, como todo en la vida, es la constancia; trata de realizar esta rutina diariamente (una vez al día) al levantarte o incluso antes de acostarte.
¡Recuerda…tú generas el cambio!