viernes, 26 de agosto de 2016

Pie del Diabético



1. ¿Qué es el pie diabético? 
El pie diabético es la infección, ulceración o destrucción de los tejidos blandos del pie como consecuencia de los problemas vascu-lares o neurológicos que se sufre en la Diabetes Mellitus. No todos los diabéticos tienen este problema, lo importante es lograr su  prevención.
2. ¿Qué complicaciones neurológicas tiene el paciente diabético?
En la neuropatía diabética, los nervios sufren daño y por lo tanto no conducen la información. Es decir, el paciente puede tener una herida o ampolla en un pie y no sentir dolor como una persona normal, luego esa herida se va haciendo más grande y se forma una úlcera diabética.
3. ¿Qué complicaciones vasculares  tiene el  paciente diabético?
El paciente diabético tiene vasculopatía periférica, es decir, sus vasos están enfermos y no llevan suficiente sangre a los tejidos del pie, por lo tanto no lo nutre adecuadamente. Si ocurre una lesión o una infe-cción, el cuerpo no puede enviar suficientes "recursos" a la zona afectada.  Es por esto que también la cicatrización del diabético es lenta..
4. ¿Por qué el paciente diabético es más susceptible a sufrir infecciones en sus pies?
Se ha determinado que las células encargadas de enfrentar las infecciones, conocidas como leucocitos, se ven afectadas por los niveles elevados de glicemia. Por decirlo de una manera sencilla, el azúcar elevada pone tontas a las células encargadas de defendernos de las infecciones.
5. ¿Por qué algunos diabéticos tienen problemas en los pies y otros no?
Muchos son los factores, pero el más importante es el control de la enfermedad. Un pobre control de la diabetes está asociado a mayor cantidad de hospitalizaciones por úlceras  y ampu-taciones.
6. ¿Qué es una úlcera diabética?
Es una herida que no cicatriza y que ocurre generalmente en la planta del pie del paciente diabético. Se calcula que hasta un 15% de los diabéticos la tienen. Las úlceras del pie son la primera causa de hospitalización y de amputación en el paciente diabético.

7. ¿Dónde ocurren las úlceras diabéticas?
Pueden ocurrir en el área de apoyo de los metatarsianos, entre los dedos y en el talón.

8. ¿Qué medidas debo tomar si soy diabético para cuidar mis pies?
La Asociación Norteamericana de Cirujanos de Pie (AOFAS) da estas recomendaciones a los pacientes diabéticos:

- El examen diario de los pies es fundamental. Buscar signos de inflamación, enrojecimiento, ampollas o cortes en la piel. 
Si usted sufre de la vista lo debe hacer otra persona.

- Monitor-izar de la sensación del pie tocándolo con una pluma o pañuelo de papel para poner a prueba su capacidad de sentir el tacto ligero.

- Lavar los pies diariamente con agua tibia, nunca caliente.

- Los pies deben estar el resto del día completamente secos , en especial el área entre los dedos.

- Cortar las uñas de los pies en línea recta con un cortaúñas o tijera especial.

- Elija calzado con suela y parte superior acolchada de un material suave, transpirable como el cuero, no de plástico, de ser posible zapatos especiales para diabéticos.

- Nunca camine descalzo.

- Use calcetines de algodón o de fibras naturales, evitar calcetines apretados.

- Use los zapatos nuevos poco a poco, para evitar la aparición ampollas.

Extraído del sitio tutraumatologo.com





lunes, 1 de agosto de 2016

Hábitos de aseo personal en tiempos de la Independencia



Las costumbres de la época, hoy provocarían rechazo, justamente por su insalubridad.
El mismo recipiente empleado para lavarse los pies podía ser usado en la cocina, o el agua del baño solía ser reutilizada por unas cuantas personas hasta ser descartada.
Por entonces la infraestructura para la higiene personal apenas estaba conformada por una variedad de recipientes.

Se seguían ciertas prácticas higiénicas como la limpieza personal de forma periódica, aunque no diaria. Podían pasar días o semanas entre cada baño. Esta se podía realizar en el río
o en la intimidad del hogar. En este último caso, la misma agua podía ser utilizada por varias antes de ser descartada o incluso conservada para el lavado de prendas.

Hacia la segunda mitad del siglo 19, mediante la actuación de destacados médicos como Guillermo Rawson y Eduardo Wilde, no existía una preocupación especial por la higiene, ni los cuidados del aseo personal como tema de salubridad que fuera más allá de lo estrictamente estético.



                                




                 




Costumbres y accesorios:


Dentro de la higiene en el Rio de la Plata, eran singulares las herramientas y objetos  que acompañaban las prácticas de limpieza. Se recurría a enseres especiales para determinado tipo de cuidados personales.
Se utilizaban palanganas para lavarse el cuerpo, como para afeitarse.

Para bañarse se usaban palanganas  de mayor tamaño, se llenaban de agua y el aseo se completaba con la ayuda de un balde. Existían dos maneras de bañarse, de pie y recostado, según el tamaño de las tinas disponibles en cada casa. En algunas se podía sumergir el cuerpo y en otras había que permanecer parado.



Un tipo de palanganas especiales eran los lebrillos, recipientes pequeños de barro vidriado, como de metal, eran más anchos por el borde que por el fondo, semejante a un cono invertido. Eran empleados  para el lavado de pies.
(Vasija de barro vidriado, de plata u otro metal, más ancha por el borde que por el fondo, y que sirve para lavar ropa, para baños de pies y otros usos.)





Próximo al espacio de la comida solía haber  un set compuesto por un aguamanil, un jarro  con pico vertedero y asa, y una palangana, que eran usados para lavar las manos antes de sentarse a la mesa.





Extraído del octavo capítulo de la colección Vida cotidiana en tiempos de la Independencia.1816-bicentenario-2016. Diario Clarín.